Panna lleva mucho tiempo soñando con un patinete rojo, que finalmente está a su alcance, ya que por primera vez terminó el año con un sobresaliente en matemáticas. Mientras corre con entusiasmo a casa, casi atropella a una extraña y pequeña criatura parecida a una niña que no es otra que Tuli el hada. Panna solo está tratando de entender que las hadas no solo existen, sino que acaba de conocer a una, cuando tiene que enfrentar otro desafío. La residencia de Tuli, el bosque en las afueras de la ciudad está en llamas. Panna sabe qué hacer y llama a los bomberos, que ponen las llamas bajo control. Pero en este momento, las otras hadas pierden su precioso hogar. Así que Tuli se queda con Panna para averiguar juntas quién era el interesado en quemar el bosque. También tienen un asistente en la investigación, Gembi el elfo.