Manono – Story 2

Antes de darte un poco más de información sobre lo maravillosa que es la vida en Manono, me gustaría regresar a Pete y Giovanni, quienes acompañaron a Lucy a casa antes de su práctica de fútbol por la tarde y charlaron en el camino hacia el campo de juego.
«Algo le pasa a Lucy últimamente. Es como si estuviera enferma», dijo Giovanni, profundamente pensativo.
«Hace días que está pálida y apenas habla, aunque solía ser la primera en responder cada pre-gunta. Definitivamente, algo que anda mal con ella. ¿No deberíamos preguntarle a sus pa-dres?», interrogó Pete, preocupado.
«Oh no. Ya sabes cómo es su madre. Probablemente se enoje por las calificaciones, pero nada más. Y de todos modos su papá no volverá de la plataforma petrolífera hasta las vacaciones de Navidad. Creo que Lucy simplemente necesita descansar», dijo Giovanni, pateando el balón delante de él mientras hablaba.» «Eso me recuerda: ¿qué había en tu sándwich hoy? Esa cosa verde que se veía tan rara».
«Nada, solo un topi… un pepino. A mi madre le gusta cortar mis vegetales en formas tontas co-mo esa porque piensa que es divertido».
«Es realmente divertido», se rió Giovanni. «¡El último en llegar al campo es tonto!» gritó, mientras empezaba a correr.» «Como había prometido, Pete regresó a casa inmediatamente después del fútbol. Al acercarse a la isla, las nubes reales eran visibles y las olas se elevaban, así que remó rápidamente. Fue reci-bido en la orilla por su madre, como siempre.
«¡Adivina qué ha pasado! Una máquina se ha roto en la fábrica de escudos de sueño, así que papá no vendrá a casa hasta que solucionen el problema. Por eso no he cocinado la cena, va-yamos al Gnomo Rechoncho en su lugar, su parnión relleno está de muerte. Por el camino, po-dríamos pasar por el sonrisero, de todos modos, papá necesitará relajarse cuando llegue a casa. Seguro que está muy frustrado con esa máquina.»
El dueño del Gnomo Rechoncho era realmente un gnomo regordete, y su cocina habría sido famosa en todo el mundo si alguien lo hubieran conocido a él y a su restaurante.
«Así que ¿dos parniones rellenos y dos spritz de lavanda en un vaso de coco, algo más? Empe-zaréis con esto. Os advierto que no tenemos las bolas de polvo de estrellas, así que si hoy que-réis postre, puedo recomendaros el nido de pavo real con chocolate», dijo el gnomo antes de desaparecer detrás del mostrador mientras Pete se volvía hacia su madre.
«Algo le pasa a Lucy. Creo que no está bien, pero no sabemos cuál es su problema.»» «Papá llegó por la noche muy molesto, por lo que necesitaba todas las sonrisas que Pete y su mamá habían conseguido en el sonrisero por la tarde.
«No tenemos idea de cuál es el problema, creo que es un error de programación, el filtro de ima-gen de sueño del sistema simplemente no está funcionando. También podría ser un virus, y esa es la peor opción, porque si un virus ha podido atacar nuestro software, significa que alguien ha descubierto Manono».
«Oh no, ¡no los turistas!» exclamó Pete.
«Por el momento, no hay razón para entrar en pánico, pero debemos ser cautelosos. Aunque sólo tengo una corazonada por ahora de que es un virus, he actualizado el sistema para ver si eso resuelve el problema».
«Y la pequeña amiga de Pete, Lucy, ha estado mal últimamente, ¿no es así, Pete? Cariño, ¿es posible que estas dos cosas estén de alguna manera conectadas?»
Papá se puso pálido y se volvió hacia Pete:
«Dime, ¿cuáles son los síntomas de la niña?»
«Bueno, está pálida, no puede recordar lo que ha aprendido, está cansada todo el tiempo y dice que se siente como si no hubiera dormido en absoluto, a pesar de haber dormido lo suficiente».
Papá saltó como si le hubiera caído un rayo.
«¡Debo ir al chamán de inmediato! ¡No me esperéis despiertos, llegaré tarde!· dijo, mientras se alejaba.» «Tienes que saber que el padre de Pete era un administrador de sistemas en la fábrica de Escu-dos de Sueño de Manono. ¿Para qué se fabrican los escudos de sueño? Es muy sencillo: estos objetos maravillosos hacen posible que tus sueños sean bonitos y dulces. Los escudos, recubier-tos de níquel invisible, aseguran los sueños coloridos y vívidos de los niños y también los prote-gen de las pesadillas.
¡No tienes idea de cuánto le debes en realidad a estos trabajadores incansables de la isla! Por ejemplo, el sonrisero al que fueron Pete y su mamá para animar a papá es responsable también de tus risas, y la fábrica de soldadura de amistad es donde se producen amigos para toda la vida.
Los mayores elogios, por supuesto, deben ir a la planta repelente de fantasmas de Manono, que ha mantenido a la isla y a todo el mundo libres de fantasmas durante mucho tiempo.
Así es como transcurre la vida en la isla de Manono, ¡y tú no tenías idea! Las calles de la isla están llenas de las tiendas más interesantes del planeta, con los artesanos y artesanas más extraordinarios trabajando cada día para asegurarse de que puedas dormir tranquilamente, reír mucho y, en general, tener una vida feliz y sin preocupaciones en el resto del mundo.» «Papá llegó a casa muy tarde. Trató de escabullirse silenciosamente por el pasillo hacia el dormi-torio, pero Pete se despertó con el ruido, y lo que escuchó después lo sorprendió.
«La situación es mucho peor de lo que pensábamos», le susurró papá a mamá. «Según el cha-mán, el ladrón de sueños ha vuelto. Tu también podrás recordar que hace años, cuando fue desterrado de la isla por su mala conducta, prometió regresar y causar estragos. Está aquí: la semana pasada, se infiltró en nuestro sistema en la planta e instaló un virus informático en el filtro de imagen de los sueños. El chamán ahora está tratando de lanzar un fuerte hechizo pro-tector alrededor de la isla, para ver si eso debilita el virus lo suficiente como para que yo lo en-cuentre y lo elimine. Sin embargo, el mayor problema es que el ladrón de sueños ya se ha aven-turado al continente y ahora está robando los sueños de los niños, lo que puede hacer con faci-lidad gracias a la caída de nuestro sistema. Todos los síntomas de la niña sugieren que ella es una de sus primeras víctimas. Se siente mal porque este monstruo está robando sus sueños por la noche».

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